Aunque hubiera muchas actividades complementarias, el principal motivo de visita era la fiesta de Moros y Cristianos. Todo el fin de semana la ciudad volvió al pasado, empezando el sábado con las embajadas delante de la Paeria, donde los cristianos declaran la guerra a los moros y empieza el lío.
El domingo desde por la mañana, con el desfile infantil y la guerra de bandas musicales ya empieza el show. Este año, la banda musical ganadora fue la de Benicarló. La música en esta fiesta es muy importante, ya que ensalza cada uno de los pasos de Moros y Cristianos.
A partir de las 18.30h de la tarde, ya no cabía un alfiler por las calles de Lleida donde pasaba el desfile de gala. Nuestros clientes disfrutaron de unas vistas privilegiadas desde el palco de la calle Cavallers, gentileza de la Asociación de Moros y Cristianos y Turismo de Lleida.
En el desfile de gala caballos, música, gigantes, vestidos impresionantes, bailes y catapultas invaden las calles, disfrutando así de la fiesta de Moros y Cristianos en todo su esplendor.
Por la noche, después de una cena para llevar en el bar 1203, llegó la temida batalla: en un escenario inmejorable, la Seu Vella, los cristianos ganaron a los moros y reconquistaron la ciudad.
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